La historia contemporánea muestra con claridad diversos procesos de recomposición o reconfiguración de sujetos (o actores), de regiones y del mundo en su conjunto. Entre estos, la gran burguesía asentada en los Estado Unidos de América (EUA) ha mostrado una enorme capacidad de organizarse a nivel global a través de múltiples mecanismos sistémicos, y de construir un Estado y sociedad capaces de expresar sus intereses e ideología, tanto a nivel nacional como mundial, imponiendo su hegemonía mediante el uso de todos los elementos y factores a su alcance.
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