Las recientes investigaciones basadas en el ácido desoxirribonucleico (ADN) han concluido que
el hombre moderno se originó en lo que hoy pertenece al norte de Botswana, África, hace 200 mil
años. La región, hoy árida, atesoraba en su día un complejo sistema de lagos que dio lugar a un
ecosistema fértil. Y eso no es todo. Un nuevo hallazgo añade una pieza más al complicado
rompecabezas de la historia del linaje humano. Según un equipo internacional de investigadores
liderado del Instituto Garvan de Sídney, Australia, los humanos modernos procedemos de una
sola población que vivió en el sur de África hace unos 200.000 años.
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