Corren tiempos donde el sentido de urgencia dibuja en el horizonte «aviso de incendio». Y es en
el desafió de pensar otra relación entre partidos políticos y orden mundial donde esa urgencia
convive con vértigo e imposibilidad. El orden mundial va en dirección contraria a las experiencias
de gobiernos de izquierda o progresistas, y los partidos que sostienen esos gobiernos se encallan
en las orillas del tiempo, incluso si son expresión de contingencia o de la emergencia que generan
las crisis económicas y de la democracia.
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