Es un honor dirigirme a ustedes hoy, en este Congreso Internacional del Partido del Trabajo, un espacio donde nuestras voces se alzan en nombre de los pueblos explotados y de nuestra Tierra, gravemente herida. Nos encontramos aquí no solo como representantes de nuestros países, sino como defensores de la vida misma, enfrentando una crisis que amenaza con destruir nuestro hogar común: el cambio climático.
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