El gobierno del Frente de Todos en Argentina que en un principio prometía ser una restauración nacional y popular contra los estragos sociales y económicos del macrismo neoliberal, se va consolidando como una continuidad del mismo modelo.
Lo que aparece a primera vista es la defraudación al contrato electoral que prometía desconocer la Deuda Externa ilegal e ilegítima, otorgada por el FMI incluso violando sus propios estatutos, en un vano intento desesperado por garantizar la continuidad del macrismo; terminar con el lawfare que redunda en una suerte de proscripción sobre Cristina Fernández, la dirigente que más expectativa popular genera y hoy es la poderosa vicepresidente; priorizar salarios, jubilaciones y consumo popular sobre la fiesta financiera que se desató durante el macrismo..
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